Cuando nos encontramos frente a una situación de peligro (tanto real o imaginaria) se genera una pérdida del equilibro químico en nuestro organismo, el famoso “estrés”. ¿Cómo reacciona nuestro cuerpo fisiológicamente frente a este evento? Bueno en palabras simples diría que se produce una “linda revolución”: los latidos del corazón se aceleran, aumenta el flujo de sangre hacia las extremidades (piernas), el sistema nervioso activa su respuesta de “huida”, se secretan sustancias químicas del estrés: noradrenalina, adrenalina y cortisol, entre otras cosas.
Es importante que comprendas que esta respuesta al estrés la puede desencadenar tanto un hecho real como un solo pensamiento (siii un pensamiento!).
Cuando este desequilibrio dura un lapso relativamente corto de tiempo (minutos u horas) no genera efectos perjudiciales, el organismo puede volver a la normalidad y equilibrio rápidamente. El tema es cuando este lapso dura más (días, semanas o incluso años). El cuerpo no está preparado para soportar semejante carga de estrés durante tanto tiempo y es ahí cuando empiezan a aparecer complicaciones, síntomas, enfermedades. Y ¿Por qué? Porque este estado de desequilibrio interno continuo anula las actividades de mantenimiento, regeneración y reparación tan esenciales para mantener la salud y Homeostasis.
Quiero volver a hacer foco en el “pensamiento”, es necesario que comprendamos que si vivimos atados a pensamientos, recuerdos y eventos del pasado, condicionamos a nuestro cuerpo a experimentar esa misma vivencia una y otra vez… ¿y por qué esto? porque el mismo no diferencia entre un hecho que ocurre en la realidad física o en la imaginación, el cuerpo responde a lo que pensamos y sentimos y automáticamente envía la respuesta fisiológica correspondiente (la cual describimos).
Tomar consciencia de estos procesos es el primer paso para empezar a tomar acción sobre nuestra salud, a través de un mejor manejo y gestión de nuestro pensar y por ende de nuestro sentir… si nuestros pensamientos nos han hecho enfermar… será que también son capaces de curarnos? Si los pensamientos que nos generan estrés y malestar producen desorden y caos interno… te imaginas que produciría aquellos de alegría, paz y gratitud? Creo que el camino hacia la salud empieza por ahí…
Definitivamente es por ahí.
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